Sin duda alguna que una de las principales características de esta era que nos toca vivir es la revolución tecnológica. Las tecnologías guían casi todos los aspectos de nuestro vivir. Desde la vida cotidiana, pasando por nuestros trabajos, hasta llegar al tiempo de distracción y de ocio, éstas nos facilitan no solo la forma de comunicarnos, sino que hacen el camino más expedito para que podamos disfrutar de nuestro ya limitado tiempo.
La revolución tecnológica ha llegado desde hace algunos años al mundo financiero (fintech), y ha creado el más grande mercado de transacciones de la historia, basado en la invención de nuevos y modernos instrumentos y plataformas, de webs y aplicaciones, las cuales permiten la comunicación instantánea y el movimiento de capitales a una velocidad esquizofrénica. Esta velocidad a la que suceden las cosas necesita que cada compañía, incluso cada usuario, busquen asociaciones colaborativas con grandes grupos que interconectan al mundo en una especie de asociación mundial, que trae como resultado nuevas propuestas de servicio que en cualquier instante y desde cualquier lugar del mundo respondan a las necesidades del mercado.
Esta velocidad y mundialización genera también nuevas formas de conductas, y estos nuevos comportamientos generan nuevos riesgos que transforman lógicamente el mundo de los seguros. Así nace hace pocos años el Insurtech, que es la revolución digital aplicada a los seguros y que conjuga los dos términos que la conforman insurance (seguros) y technology (tecnología). Tal como sucedió en el mundo financiero, el sector asegurador se ve en la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades que el desarrollo tecnológico conlleva. Es decir, así como se globaliza y acelera el mundo de los negocios, y la vida en general, también surge la necesidad vital de sentirse seguro en este mundo, desmarcado del papeleo y la burocracia de finales de siglo, y de adaptarse a la realidad del nuevo milenio. Un ejemplo de esto es que con la capacidad del ser humano de trasladarse por todo el planeta en periodos cortos de tiempo, no cabe ya, en algunos casos, la necesidad de tomar pólizas anuales, sino que requieren de instrumentos versátiles que se puedan obtener desde una computadora o un teléfono y que de igual manera cubran otros aspectos que antes no se tomaban en cuenta, como el asegurar objetos tecnológicos, o no solo objetos sino formas de vivir, vinculadas al emprendimiento y el desarrollo, como pueden ser las patentes e incluso las ideas. Para lograr insertarse en este mundo digital las empresas aseguradoras deberán contar con una plataforma de servicios que responda y compita en forma amigable a las necesidades que se generan de la transformación de nuestra manera de vivir. Ahora el cliente se integra a todo el proceso de asesoramiento, contratación, y seguimiento de sus riesgos, desde las aplicaciones y webs de servicios de las empresas. También las empresas deben estar en la capacidad de establecer grandes alianzas colaborativas con otras que presten otros servicios y cubran otras zonas geográficas ante la movilidad de los negocios.
Uno de los espacios de negocios más susceptibles y más transformado por este cambio determinado por la globalización digital y tecnológica, es sin duda el de los Viajes
y la Salud. El viajar ha dejado de ser una utopía y se convierte en un hábito constante en la vida del hombre de negocios o del emprendedor, y el tener acceso para obtener el respaldo apropiado para proteger la salud cada vez se hace más indispensable. Por eso contar con una plataforma amigable, que responda a las necesidades generadas por el nuevo viajero y por aquel que busca lo mejor para cuidar su salud es el norte del Insurtech.