Vivimos en un mundo globalizado, muy diferente al de hace apenas décadas atrás, con nuevas necesidades de comunicación e interacción tanto en el plano cultural, lingüístico, educativo y sobre todo comercial, entre los países de nuestro continente y entre nuestro continente y otras latitudes.
La expansión económica y la globalización dada por las telecomunicaciones han hecho cierto aquello de la “aldea global”, en la que la necesidad de relacionarnos con otras culturas es imperioso para poder subsistir en este mundo de expansión y competencia.
Sin duda alguna que el grupo que más ha notado este cambio y el que más tendrá que afrontarlo son los jóvenes, definidos por tres características que ni los más avezados viajantes suponían posibles en tiempos anteriores: una es la necesidad de aprender nuevas lenguas, como el inglés, el mandarín, el español, entre otras, que permitan una comunicación fluida con nuestros nuevos socios comerciales; otra es el dominio de los nuevos instrumentos tecnológicos que facilitan todo el aprendizaje del conocimiento humano y la última es sin duda la capacidad y necesidad de acostumbrarse a viajar a otras tierras en busca de mejores oportunidades de trabajo, estudio o negocio. La sociología contemporánea los ha definido como la Generación Y, o los “millennials” o milleniuns por su pronunciación en inglés. Otro tipo de ser humano más integrado a nuevas formas de comunicarse, vivir y convivir, apegados al desarrollo tecnológico, con menos temor al emprendimiento y a experimentar en otras tierras. Seres globales y globalizados que transformaron la forma de interactuar y hacer negocios.
Es por esto que desde muy temprana edad ya los padres se ven en la necesidad de enviar sus hijos a intercambios, academias o a viajes turísticos a otros países, que no son solo eso, sino que se constituyen en parte de su formación para poder aprehender el mundo. Obvio que deseamos que esto se haga con la mayor seguridad posible, por eso se hace imprescindible para nuestra tranquilidad y la seguridad de nuestros hijos contar desde el inicio del proceso con una buena Cobertura Médica Internacional. Como hemos dicho anteriormente, asegurar el acceso de nuestros hijos a una cobertura de salud adecuada cuando visita otros países, no es un simple requisito, no, ya esto se constituye en algo que reviste la misma importancia que un buen alojamiento y un traslado económico y eficiente. Porque unas de las características de esta postmodernidad, y esto no debemos olvidarlo, es que para nuestros jóvenes el futuro no es mañana, es hoy.